Lo que sigue es cortar nuestras cuerdas vocales y meterlas en el teclado de botones triangulares. Sólo recuerda: no sé quién eres, no sé qué quieres, pero toda mi vida pensé que eras algo extraño; algo así como una muela en jugo de limón o como la destreza del esfero al escribir
domingo, 5 de mayo de 2013
¿Qué te parece un poco de agua helada?
Cali,
1998
Biblioteca de Babel.
Escribo con mina Número siete.
- Lo más adecuado es que emplees agua de caléndula y jengibre por el bienestar de tus quemaduras.
-Un poco de agua helada e hirviendo sería mejor.
- Yo creo que podría ser adecuado un jugo de limón, por favor, que no sea de los jardines de Tomás González. Por cierto, ¿alguien tiene la Luz difícil? es para el miércoles, y... pues saben que intento tener todo al día, en fin...
-Apuesto a que piensas en ello incluso cuando corres bajo la tormenta de granizo, cuando gritas que los loros te persiguen, cuando duermes, cuando diseñas tu dieta para el siguiente mes.
-Incluso hace cuatro años, o algo por el estilo, cuando en Bogotá tronaba y se llenaba todo de una cosa blanca, como nieve dura. Incluso hace cuatro años ya pensaba en eso.
-Estábamos hablando de las quemaduras de primer grado.
-¡Vamos!
-¿A dónde?
-¡Vamos!, no es ninguna quemadura, es una simple cortada padecida gracias al filo de las hojas de mi libro.
- Sea lo que sea, Ana, yo sólo me pondré agua CALIENTE.
- Te quiero, JuanMa.
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