del transmilenio
No lo creo-dijo ella- porque Él lo es todo: INJUSTICIA Y
MALDAD, plenitud y vacío. No como una fuente que se agota,( aunque ahora parezca
inabarcable e infinita).
Porque lo que ahora es fuente, sigue siendo ESO en su más ínfima
desaparición o mutación. El ser y el no ser. La esencia de las cosas, el
desplazamiento del mundo. La nada absoluta que nos carcome.
LA LLAMA QUE LLAGABA EN SU CORAZÓN
La hostia y el sacramento del holocausto. EL TODO...es el todo...y es
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