Lo que sigue es cortar nuestras cuerdas vocales y meterlas en el teclado de botones triangulares. Sólo recuerda: no sé quién eres, no sé qué quieres, pero toda mi vida pensé que eras algo extraño; algo así como una muela en jugo de limón o como la destreza del esfero al escribir
sábado, 13 de diciembre de 2008
Almita y Razón
Me di cuenta que dentro de mí había una lucecita muy especial y me puse muy feliz. Pude hablarme al fin, después de mucho tiempo.
1 comentario:
:O
parce!
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