Escucho el grito del repudio, soy despertada a patadas, soy agarrada de las uñas, me fríen en baba de caracol, me pegan puños untados de miel de abeja, me parten la lengua en dos.
Esto no tiene nada que ver con la historia que he estado escribiendo...esta parte es simplemente un paréntesis.
Recuerdo el grito del repudio, me percato de mi impertinencia, de mi escondite perdido sobre el mar, sobre la luna, sobre el árbol, dentro del cajón.
Y duele.
Se ha marchado ya.
Adiós Anna Lechuga, vuelve pronto.
1 comentario:
Keep writing from the soul. It's the only way.
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