Y aunque abría su boca el mutismo era absoluto,
porque esas "palabras de amor que se repiten tanto",
daban luz a una estrella ignorante de posar sobre su pecho;
no sabía si dejarla permanentemente en el cielo.
Quizá, dentro de otra vida y otro amor, tal vez solamente un deseo.
"estas palabras de amor que se repiten tanto", en realidad no eran nunca las mismas,
pero bailaban en los senderos del río como cuentos que se esconden y se alejan.
"estas palabras de amor..."
que son solo cuentos
del deseo,
trastocaban su cabeza como un martillo de pétalos
armando aquella historia
que de viejos nos contaron,
que estrellándose a la deriva
sería arena, estrella, tierra.
...
Y esas palabras hermosas
y esas palabras amenas
escritas y encriptadas
en otro mar,
otra mirada,
solapadas en aquel atardecer
Y en la noche tan calladas
fijándose en el presente
en los oídos, calladas
...
Esas palabras quemadas
pero siempre tan vivientes
bellísimas palabras.
2 comentarios:
Una estrella.
Palabras profundas
Publicar un comentario