Ahora que lo pienso toda mi vida he tenido que lidiar con la tontería femenina (que me perdonen las feministas) ¡es verdad!, que la niña por aquí, que la nena nena nena nena, niña y nena y niña y nena que nunca dejé de ser.
La actitud no me ayuda para nada, y no hablemos de las apariencias, pero lo peor es lo de la estupidez femenina. Tonterías, tonterías, tonterías, que me impulsan a esconderme detrás de los arbustos, que me hicieron amainada porque no había otra opción (con el perdón de las feministas), amainada, estúpida, corta de pensamiento. Soy machista ¿y qué?
Y entramos en el problema de definir lo que es una mujer, porque entonces me doy cuenta de que en realidad no lo soy, y tampoco soy un hombre.
Ser mujer es ponerse medias de PUTA para representar a caperucita roja y ser hombre es comerse los mocos (entonces pude ser hombre cuando era más pequeña)... el punto mujer, es mujer es, demasiado maravilloso (no es ponerse las medias de PUTA para representar a caperucita roja) y entonces abro los ojos. El problema no es ser mujer, el problema es la femineidad.
La tontería femenina.Tantas cosas que dejé y dejo de hacer por la tontería femenina; que me quedo callada, ay, porque no tengo el derecho a equivocarme, o porque todo lo que sale de la boca rosadita son puras sandeces, y bueno, no es de la boca rosadita, es de la estúpida boca de planta que creé por quedarme en un rincón junto al mueble en vez de hablar y jugar nintendo, dragon ball con Al (ellos).
¡Si tan solo hubiera creado una banda como todo un caballero! como todo un señor con gracia y no me hubiera escondido tras las medias de mi mamá...sería una estrella de rock, pero jamás habría leído Nunca seremos estrellas de rock, porque en el colegio, en donde me regalaban toallas higiénicas por estar ahí sentada, y la boca rosadita que no podía decir nada, y las mejillas que se inundan cuando se siente la voz, y es que me tiro al abismo y me rompo los pies por completo cuando quiero dejar de ser niña, no mujer, cuando quiero ser ella, no mentiras, PUTA como caperucita noooo.
porque en el colegio me enseñaron los himnos y a temer, y a estar en silencio (aunque no todas son iguales) y me enseñaron a leer cosas como JSI, y como ... La celestina y como Los jinetes eran mujeres de la madre Caridad.
¡ay! ¡no más estupidez femenina! y no juego al balón, y no hablo y me como los alfajores. y lo miro desde el puesto, y los alfajores, y ya ni siquiera pienso de tanta estupidez femenina, y me sacrifico y me martirizo y hago favores y aparento sensibilidad, y lloro mucho mucho mucho, y cuando no, se sorprenden, por aquella estupidez femenina.
Y me escondo, y lo miro, y me miro, y lo miro, y me pego, y me castigo, y me corto y me quemo, y caliento de nuevo el metal, y me quemo, otra vez de nuevo y me encierro en el closet, y le doy los billetes, y lo hago y doy aceptar y digo sandeces y el tampón, y la PUTA, y la estupidez femenina, y me río y tiemblo, y el teléfono se me cae, y dejo la maleta abierta, y me gritan y no miro, y paso derecho, y no sé que hacer, y evito los caminos de los obreros y pienso en las curvas, y pienso en las mujeres y me veo como la ridícula estupidez femenina.
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