A pesar de que tengo fiebre y mis vías respiratorias se complican, no me siento lo suficientemente enferma como quisiera.
Rasguños de roedor en mis manos, barreras de vidrio macizo y diademas.
Sé que quiero decirle adiós al mundo entero, pero no articulo palabra alguna. Es lo mismo que querer volar a cada instante...y estar por un lado atrapada en mi lenta cabeza y en la bagatela corporal que me limita.
Soy sencillamente una molécula de aguacate, un pedazo de hormiga, una migaja o éter.
En este ambiente solamente se palpa la futilidad diacrónica, rastreadora de sublimación imprecisa, carente por supuesto de sentido alguno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario