NO HAY AJONJOLÍ.
No pedir ajonjolí.
-Hola
-¿dónde estás?
-ah ya.
-bueno, chao
Repito: no pedir ajonjolí.
no llamar a ver si es que de casualidad existe el ajonjolí
Es preferible carecer de ajonjolí que palpar ajonjolí medio forzado a la existencia, así como una sonrisa torcida, así como cada uno de los respirares inciertos. ¿para qué les dieron ajonjolí?¿de ese ajonjolí forzado inocuo?¿de ese ajonjolí incoloro? ¿de ese ajonjolí que no comprende, de ese ajonjolí que no habla? que no habla el ajonjolí.
Lo peor es que no tener ajonjolí conlleva a la carencia eterna de hamburguesas en pan de ajonjolí, y esa carencia eterna de hamburguesas en pan de ajonjolí es la muerte misma, o quizá sencillamente la negación de la existencia mediante hechos radicales y rotundos. Es por eso que la gente fuerza el ajonjolí, o acepta ajonjolí pintado con chocolate, pero de caridad: no mendigues ajonjolí
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