Los edificios se vuelven demasiado grandes.
No existen alas para sobrepasarlos, o salir de la ciudad que me encarcela cada vez más.
Toda la corriente del río, de ese deslizar del tiempo, me arrastra en mi insignificancia. Cada molécula de agua aumenta de tamaño, y todo se vuelve enorme, demasiado grande para mí.
El mundo creció, pero yo no junto a él.
Es agonía y tristeza: la pluma que se retuerce en el rincón oscuro.
Falta de confianza
Inseguridad, nada es seguro en un universo tan gigante
Es aún más complicado aceptarlo cuando todo en mí misma está diseñado para ser mínimo y pequeño.
Trastornos llegan a mi organismo: la grandeza me ha dejado pasmada.
es como si no estuviera lista, pero además como si nunca fuera a estarlo.
Estar lista para afrontar un mundo incompatible con mi ser configurado para pequeñeces.
Yo pensaba en "qué pequeño el mundo es", pero este abismo frío como el hielo tiene de pequeño lo que el conjunto entero tiene de sentido, o lo que mis esperanzas y sueños de realidad
Es todo tan grande para una tenue, quizá amarga, quizá dulce muerte....
Es todo tan asfixiante, para saber que tengo la oportunidad de bajar del coche...pero estoy tan adherida al padimento...
no sé cómo logran los otros volverse grandes, yo nunca estaré lista para ello.
Solamente quiero despertar y saber que puedo volver al jardín de infancia. De ahí nunca debí salir, el tiempo no debió transcurrir.
Asfixia general, problemas cardiacos, asunto sentimental, desgaste emocional, sintagma funcional de las tuercas del Estado, la Universidad y las nubes, afortunadas, que observan todo desde más allá, desde lo alto.
Asuntos implicados de impotencia...desastre humano, no más desastre no más desastre no más altitud de las cosas...
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