Ojalá mi rostro se torne expresivo cuando a la mesa me siento contigo.
Pero solo digo ah aa ahh, cuando el silencio aparece furtivo.
Y futilmente mis manos quiebran las copas con amplio vacío
Un camino largo y chueco aparece en tu frente de abuelo, de niño tierno o quizá adolescente perdido.
No sé cómo hablar o qué decir, las copas se siguen quebrando en silencio
Un segundo eterno, un segundo entero, mis venas no saben si reir, sonreir o seguir temiendo.
La sal no sale del salero, y mi servilleta ha caído en picada, partiendo por siempre de la mesa ahumada, en la que tal vez por error decidí sentarme, tal vez en un rincón yo debí de estarme.
Esa tarde no supe qué escoger, no supe si podía elegir, pero aún estoy aquí, sintiendo lo vidrios de la copa partir, mintiendo, mirando la furia en tu frente, sumiso y receloso mi ánimo como siempre.
Si tinteros se confunden con tipleros en mi oído, las vueltas que tus palabras tienden a darme se vuelven más confusas que siempre.
Recoge los vidrios y dime que todo esto es un ensoñación desierta, donde las copas no se quiebran, no me hagas sentir que vivo en una ilusa,plana y verosímil realidad. Párteme una copa en la cabeza y si es preciso mátame hasta que pueda descansar, dejar de respirar, tal vez jamás sentirme en paz.
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