jueves, 4 de septiembre de 2008

CAERSE Y FRACTURARSE

Me caí.
Nunca pensé que caerse fuera miel mostaza en mi paladar, margaritas en mi cabello: derrota apacible,una lágrima que genera placer al resbalar, los ojos nublados saboreando cada gota de oscura depresión.
Y estaba valorando mi fracaso disfrutando las heridas, hasta que...
hasta que
hasta que hasta que hasta que
tuvo que llegar la verdad, la realidad: el mirarme en el espejo de la inteligencia.
Eso no es caerse, eso es mirar la realidad tal cual es, es saber que está lejos de cambiar. No es caerse sino fracturarse el cráneo y seguir viva.
Caer es errar para los demás
Fracturarse es errar para sí mismo.
He aquí la gran diferencia
Las caídas son adictivas, son dolores estimulantes, son droga, como una herida que le cae limón y una cortada que se admira. Son la manzana prohibida, la angustia y adrenalina, la melancolía perniciosa, la locura maniática, las tijeras que de repente cortaron la piel.
La realidad inaceptable es ser enterrada y sepultada viva, ver un reflejo que genera la pérdida total de los ojos y dos hoyos que parecerán perdurar con serpientes desgastadas en su interior. Serpientes y gusanos que se parten en tres y se comen los últimos gordos de la luz, la última fibra de la oscuridad.
Una caída + una fractura = un cólico empalagoso que te quiere despertar para doparte de nuevo y hacerte caer en la aceptación para verte vencida...y burlarse de tí. Burlarse con esa asquerosa risa, despreciable y maliciosa que anhela restregarle a tu corazón la inferioridad de tu cuerpo, la inferioridad de tu ser.
Detestable
Sombrío
Excecrable
Azucar en la almohada
hormigas sobre ésta en la media noche, justo antes de apoyar la cabeza y después del accidente.

2 comentarios:

Gerardo Bermudez dijo...

AWESOME!!! Seriously, simply outstanding. I'm very proud of your writing.

Ana Botero dijo...

nI QUE ADIVINARA EL FUTURO!!!!!!!! qué es esto?? cuando lo escribí no me había fracturado, y es tan cierto...