Lo que sigue es cortar nuestras cuerdas vocales y meterlas en el teclado de botones triangulares. Sólo recuerda: no sé quién eres, no sé qué quieres, pero toda mi vida pensé que eras algo extraño; algo así como una muela en jugo de limón o como la destreza del esfero al escribir
viernes, 23 de mayo de 2014
Esa ausencia generadora de ansiedad y delirio
Antojo de atún.
Duermes.
Silencio, un momento.
Desespero.
¿Dónde?
Corro por el laberinto inmenso mientras su voz se ausenta, tomo aire, quiero atún, muchas partes. Me siento mal.
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