"La cuestión es que el remordimiento es horrible"
Cabeza de alfiler,
Destilación congelada.
se desfiguraba en la oscuridad de sus labios como si de una vela de cera se tratase, bajo la influencia de ardientes retazos de cerámica y rutina. Somos cómplices los dos de una oblea desmembrada, después de dar un paseo tras las sábanas blancas que vestían raíces y lagunas ambiguas.
Dicen que son 20 trazos de tinta fría en sus tejidos nostálgicos para lograr una vuelta al Sur, un grito desgastador, deformación prohibida.
Defectos de sus rodillas, cefalea de alfileres, me puya y miente en las orillas.
Asimetría dental, cardiovascular y literaria.
Café que pudre mis dientes, complicidad subyacente, veneno artificialmente independiente.
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