lunes, 9 de mayo de 2011

grises vuelan

Una canoa, llena de sonidos metálicos, se deslizaba líricamente en el aleteo de los loros grises.
Se asustó cuando miró hacia el río y contempló una imagen que se dibujaba entre corriente inconstante,  a pesar de todo coincidible
Los sonidos metálicos abrumaron con gritos al universo entero, no tenían escapatoria. La imagen del río, aún más molesta, perdió toda la luz de sus ojos, y en un segundo la canoa continuó su rumbo absurdo y el universo permaneció igual, el loro era un alma en pena, sin ser alma, metida en un cuerpo vivo.
Todos estaban tristes en aquella selva inerte. Lo único que trascendió a las ideas fue el monótono sonido del aleteo circular.
Se repite aquel metálico sonido una y otra vez, hasta la noche, donde se calma y la canoa desaparece. Al día siguiente las nubes despiertan el aleteo metálico y prosigue aquella agonía indolora en el líquido y el aire.

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