MENTIRA VARIANTE

Todo era mentira.
Las manos, lo hueco de sus palabras, el cuaderno y el lápiz que cada vez se hacía más pequeño.
Todo era una mentira de agonía, un insulso y agobiante recuerdo sin ortografía.
Una fotografía quemada, unos labios degradados.
Un colegio sin sentido, una vida sin latidos.
Una hormiga aplastada.
Lloré toda la noche pensando en la mentira, que crecía con las pérdidas del tiempo, que no sabía cómo convertir en una verdad.
- Señor, señor, aquí abajo, dije extendiéndole un papel para que me anotara su número de cédula y poder conocer más de cinco dígitos.
Él siguió caminando como si yo no le hubiese hablado jamás, como si yo fuese una mentira. A lo mejor era una mentira, una falacia, o una molécula inexistente como todo.
- Señor, señor aquí abajo por favor. Señor señor, mire aquí estoy yo.
¿por qué nadie me escuchaba? ¿por qué nadie me entendía? ¿por qué era una mentira yo?
¿por qué las mentiras tenían que sentirse tan mal? ¿por qué no podía tomarme la vida como un trébol en limonada, libre de toda tensión? ¿por qué tenía que entristecerme que un señor no mirara hacia abajo? ¿por qué abandonaba mis sueños? ¿por qué cambiaba tanto? ¿por qué podía pensar y que había detrás de toda esta pesadilla cubierta de laminas de cristal? ¿por qué tratarte mal me había hecho sentir tan mal? ¿por qué existo?Bueno, supongo que en toda esta mentira al menos tú me caes bien a ratos y eso me hace sentir un poco mejor que mal. Gracias, por algo adoro Delta.